De entrada, quiero cuestionar la falsa dicotomía entre software y hardware. Aquí se parte de un sesgo naturalista que equipara verdad con materia. Pero aceptar esto, ya niega la posibilidad de que podemos establecer una duda razonable sobre si vivimos en una simulación, ya que, de forma implícita, estamos afirmando nuestra propia realidad material. Esto es una petición de principio.