DE LOS DOS SENTIDOS DE LA NEGACIÓN BINÓMICA
Omnis determinatio negatio est
Podemos reducir la mente activa a un conjunto de operaciones simples, que combinadas entre sí dan lugar a complejos procesos que se traducen en el espectro cognitivo que define nuestras capacidades.
Entendamos proceso, como la secuencia de estados, mas o menos ordenados, que se presentan en una línea de tiempo o lo que vulgarmente llamamos pensamiento.
La principal característica de la mente es la DIFERENCIA en el orden espacial y secuencial.
Es decir, supongamos que nuestras ideas son ítems o objetos limitados, el hecho de que sepamos diferenciarlos en una pizarra o lienzo mental, ayuda a representarlos como instancias individuales, diferenciadas en el espacio. De igual forma, cuando elaboramos una deducción ordenamos los objetos en una secuencia concreta, de tal forma, que si cambiáramos alguno de estos objetos de lugar, con total seguridad el resultado podría ser diferente.
Pero, qué herramientas emplea la mente, a nivel cognitivo, qué tipo primitivo o partícula lógica es la base de todo discernimiento, o mejor dicho, en ausencia de qué partícula lógica, no sería posible discernir, o diferenciar un objeto de otro, y por tanto hacer posible la estructura de un proceso mental de orden superior. La respuesta es simple, la NEGACIÓN LÓGICA. En un doble sentido:
- Sentido de individuación:
suponiendo un objeto A. Cómo podemos definirlo o dotarlo de individualidad. El hecho parece claro, a través de ¬A que representa todo aquello que no es A. Aunque también por su contrario específico, siendo ¬A = B, como contrario a A, en cuyo caso y como podemos deducir, existen al menos dos tipos de negación lógica, una extensa o abierta, y otra específica o cerrada. Esto nos permite en nuestro lienzo mental, separar y distinguir, los objetos unos de otros, como forma básica, para después aplicar las operaciones de representación mental.
- Sentido de decibilidad:
En este sentido, cuando nos hallamos en una bifurcación, ante dos nodos, en un sistema inferencial, entre A y ¬A, podemos representar el problema de la elección o de la decisión. Que una vez concluida se tornará en determinación o sentido (lógico). Así que sin la posibilidad de la negación no podríamos elegir o decidir, ya que no podríamos representarnos mentalmente tal encrucijada, al no poder individualizar o discernir ambos nodos.
Estos dos sentidos de la negación lógica, nos ayudan a superar el problema de la representatividad, es decir, que en nuestro lienzo o pizarra mental, podemos ya individualizar y ordenar secuencialmente los ítems u objetos, creando nuestras propias redes inferenciales, o líneas de pensamiento primitivas.