Existen dos tendencias que para mi alegato consideraré contrapuestas e incluso excluyentes entre sí que pugnan entre nosotros y en nuestro propio interior forjando las cualidades extraordinarias de lo que he dado en llamar Homo Ethos .
La primera tendencia es la imitación en el sentido más común del término. Podemos pensar en alguien que sigue los pasos, o que copia un modelo. La segunda tendencia es la innovación, que personificaría alguien que crea sus propios modelos. Así la dualidad para lo que nos interesa, quedaría así:
- IMITACIÓN (MODELO)
- INNOVACIÓN (NUEVO MODELO)
La imitación tiende a “copiar” o a asumir valores, ideas, signos, imágenes o palabras, que ya están prefabricadas de antemano y listas para usar. Esta tendencia, es la más común y es condicionada en cualquier sistema educativo. La mayoría emplea el estereotipo o las formas ya creadas, para sus roles de padre, hijo, hermano, esposa, empleado, etc.
Esto refuerza enormemente la cohesión social, aunque tiene el efecto no deseado, si se abusa en exceso, de convertir a los sujetos o individuos en seres gregarios y enormemente dependientes moral y espiritualmente del modelo que los acoge. Además, someterse o identificarse con un determinado modelo, sin entrar en su sano cuestionamiento, nos hace sobreactuar o representar, nos convierte en actores que han asimilado tanto su papel que no llegan a diferenciar o a distinguir, su copia del original.
CARACTERÍSTICAS POTENCIALES
El ser innovador es un carácter natural que despunta por su creatividad e intuición. Tiene ante sí un vacío o una tabula rasa. Pero al contrario que en la imitación, en la innovación esto no se ve como algo dramático sino como la oportunidad de crear y proyectar nuevos valores, ideas, palabras, símbolos, etc. Esta es la tendencia ideal del ser humano, desde una óptica ilustrada, pero no se corresponde con la tendencia general, que abraza la imitación como medio de afrontar la vida y sus vicisitudes. Este hecho provoca que el ser innovador choque con la convención y las tradiciones del modelo imitativo, generándose un rechazo por parte de dicho modelo a través de diversos mecanismos, que son ejecutados por los miembros o imitadores.
EDUCACIÓN DEL HOMO ETHOS
El sistema educativo convencional es sin duda un filtro que refuerza positivamente o negativamente, según sea el caso, mediante el premio o el castigo, como una maniobra de pinza psicológica, la conducta imitadora. Pero si un ser innovador, es capaz de zafarse de estos impedimentos sociales, desde su aislamiento forzado, es capaz de crecer, con el tiempo creará su propio modelo, su escala de valores, de ideas, de símbolos, palabras, etc. Y el efecto crece exponencialmente en una sociedad de individuos innovadores, afectando de forma positiva a todos los órdenes de la vida.
EL CONFLICTO DEL HOMO ETHOS
El conflicto esta servido, porque debemos entender que todos nosotros tenemos la capacidad de innovar, es decir, es una simple elección, pero existen multitud de fuerzas externas, que en resumen aplican el rodillo de la tradición o de la costumbre para encaminarnos de la mejor manera posible, según un criterio que no hace más que IMITAR lo que se conoce. Asumiendo que nosotros encajaremos en el molde, o en alguna de las propuestas más habituales.
Esto en la mayoría de las ocasiones se hace por nuestro bien, sin ser consciente de la propia ignorancia de aplicar tales presupuestos, ni del daño irreparable que se le puede provocar a una criatura, en forma de culpabilidad o complejos al no querer pasar por el aro. Por eso la consecuencia natural de ir contra la marea, es desarrollar un carácter acorde con las resistencias presentadas en nuestro camino.
Esto puede acabar con el sujeto moral o psicologicamente, o por el contrario puede forjar en él o en ella, un sólido carácter, es la constitución de un espíritu humano al que denominaré como Homo Ethos, un diamante listo para pulir.
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